lunes, 1 de agosto de 2011

Ismael Serrano - Vine del Norte





Vine del norte buscando una canción y una cruz, 
y allí se cruzó un cometa, y en su estela estabas tú. 
En Madrid seguiría lloviendo, triste como lo dejé, 
y en Santiago con tus luces y su noviembre me quemé. 

Y fue después de un concierto, una noche en tu universidad, 
allí te encontré de nuevo, "Hoy te invito a carretear". 
"Acepto gustoso tu oferta, sólo con una condición: 
que no se acabe esta noche y que no me enamore yo". 

Andando por La Alameda, tú me empezaste a contar 
causas, azares y luchas, en estos días y al pasar 
por delante de La Moneda, tú tarareaste a Jara. 
Me miraste, "Así tan duro, tienes un aire a guevara". 

Y entramos en un bareto, y allí alguien cantaba a Fito. 
"A este paso me enamoro, sólo me falta otro pisco". 
"Déjate de historias, súbete ahí, y cántame una de Silvio". 
"Sólo si me das un beso", y todos cantaron conmigo. 

Salimos del bar borrachos, agarrados de la mano, 
y en la calle como siempre jodiendo andaban los pacos. 
Tú les gritaste "¡Asesinos!", y los dos echamos a correr. 
Tú reías, y en tu risa yo me veía caer. 

Pero, "¿Dónde has estado este tiempo? Se hace tarde, vete a casa", 
y en tu abrazo a lo lejos, creí oír a los Parra, 
cantando para nosotros. Será mejor que me vaya. 
Ahí quedé, solo, gritando, sin ti, "Te recuerdo, Amanda". 

"Te recuerdo, Amanda". 

Al tiempo llegué a mi norte, con una canción y una cruz, 
con la estela de un cometa, con tu mentira y con tu luz. 
En Madrid seguía lloviendo, tal como lo dejé, 
y en Santiago tantas cosas, hoy me muero por volver. 

Hoy me muero por volver.

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